La mente entra en espacios de espera a veces prolongados; espera una idea, un pensamiento, una inspiración para recordar y volcar todo eso que se escabulle por los rincones del olvido. Me siento y trato de escribir, con la sensación de que es mucho lo que hay que plasmar y poco el tiempo para ello; pero la mente una vez más me juega una broma y se niega a recordar, o tal ves no sepa como hacerlo en ese preciso momento.
Los relatos se acumulan inconclusos, las ideas aparecen y no se pueden desarrollar, las vivencias se hacen recuerdos y estos se desdibujan hasta hacerse olvidos; y otra vez la mente me sigue gastando bromas, explota en una diversidad de recuerdos e ideas que se quieren desarrollar en el momento menos esperado y más inconveniente, precisamente cuando se tiene que ocupar de las cosas de trabajo que no se pueden hacer a un lado, o ya muy entrada la noche, cuando me dispongo a dormir y por mucho que quiera regresar y escribir, el tiempo que me restaría para descansar sería mínimo y no me permitiría desarrollar las actividades normales de manera adecuada.
Música: "Mr. Tambourine man" del Álbum Bringing It All Back Home de Bob Dylan.
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