jueves, agosto 21, 2008

La cigarra


Ya no me cantes cigarra que se acabe tu sonsonete
que mi canto aquí en el alma como un puñal se me mete
sabiendo que cuando cantas pregonando vas tu muerte.

Marinero, marinero dime si es verdad que sabes
porque distinguir ya no puedo si en el fondo de los mares
no hay otro color más negro que el color de mis pesares.

Ay lara lai! Ay lara la! Ay lara lay!
no hay otro color más negro que el color de mis pesares

Un palomito al volar que llevaba el pecho herido
ya casi para llorar me dijo muy afligido
ya me canso de buscar un amor correspondido.

Bajo la sombra de un árbol y al compás de mi guitarra
canto alegre éste huapango porque la vida se acaba
y quiero morir cantando como muere la cigarra.

Ay lara lai! Ay lara la! Ay lara lay!
y quiero morir cantando como muere la cigarra.

Huapango.


En mis recientes vacaciones las cigarras cantaban con tal fuerza que parecía que estaban en tu hombro, buscando una la hallé en las plantas que estaban muy cerca de la habitación que tenía y tomé la foto que ilustra esta entrada.

Comida rápida... No, mejor no tan rápida

Una de las consecuencias de este mundo globalizado es la proliferación de las franquicias de comida rápida. si vemos a nuestro alrededor nos percatamos como han aumentado el número de MacDonald’s, BurguerKing’s, KFC’s, Subway’s etc. y el marcado éxito que tienen en el gusto de las nuevas generaciones.

En particular he tenido que ir a estos establecimientos, principalmente por que a mi pequeño hijo le gusta estar en los juegos y el famoso juguete en turno de las cajitas, y no por lo que sirven ahí. No niego que me gusten las hamburguesas, pero de esos lugares prefiero evitarlas pues todo parece y sabe tan artificial que cuando vamos, tratamos de pasar el trago amargo con buena cara.

Pero existen lugares que son rincones con algo muy especial y a los cuales no te cansas de ir; El Gnomo es un pequeño local al sur de la ciudad de México en el cual preparan unas exquisitas hamburguesas, entrando se encuentra la barra y la cocina, un pasillo en el que hay 3 mesas pegadas a la pared y al fondo el baño y unas escaleras para subir a un tapanco en el que hay otras cuantas mesas. Este lugar lo conocí gracias a mi esposa que lo frecuentaba cuado era estudiante y ahora cada tanto volvemos cuando tenemos ganas de una buena hamburguesa.

Este es uno de esos lugares en el que le ponen ese algo especial a lo que preparan y hace que lo disfrutes lentamente. Todo lo preparan en el momento y desde el tapanco puedes ver como lo hacen, siempre pido la supergnomo pues trae calabazas capeadas y un aderezo de queso, la ensalada de lechuga y las papas fritas; esto lo acompaño con una cerveza obscura de barril y con eso estoy completamente satisfecho. Nada que ver con esos lugares de comida en serie.

Música: "
z widokiem na góry" del Álbum bedzie tajemnica del grupo ANKH