jueves, noviembre 08, 2012

Un viaje por la sierra 7ª y última parte



 Con esto concluyo este relato que inicié hace bastante tiempo.

Días 5 a 12 (continuación).

Una vez que la procesión salía del atrio, esta se dirigía a la casa comunal a través del pueblo, a partir de este punto se integraba un elemento más al conjunto que era “el diablo”, representado por una de las personas del pueblo, que se dedicaba a bailar entre el grupo, hacer piruetas y desfiguros con la clara intención, dentro de la representación, de desorganizar la procesión y hacer que perdieran el rumbo que seguían. A lo largo del camino, existían varias estaciones marcadas con una cruz de piedra en la que hacían una parada. La música seguía tocando y los danzantes continuaban siguiendo el ritmo de esta. Pude percatarme que “el diablo” no pasaba de los danzantes que eran los que precedían la marcha, no le permitían acercarse a los santos ni a las mujeres y solamente daba vueltas en el grupo de hombres y entre los que danzaban. Cuando llegaron a la entrada de la casa comunal, hicieron una pequeña vaya para que entraran los santos, los hombres y las mujeres. El diablo quedó fuera y los rituales siguieron ahí durante todo el día. En la primer ocasión que seguí esta procesión, no pude acceder al interior de la casa comunal pues aún no me sentía con la confianza para intentar entrar, además de que no era conocido por las personas de la comunidad quienes recelaban de mi presencia y sobre todo por respeto hacia ellos debido a que cuando tomas fotos puedes llegar a ser muy invasivo al espacio de la comunidad. Una vez que cerraron la puerta, nuevamente el silencio invadió todo a mí alrededor y volví a sentir la lejanía en que me encontraba. Regrese al CCI a verificar los acontecimientos del día y esperando la tarde en que salían nuevamente hacia la iglesia para registrar esa parte de la celebración.

Cuando estás tan lejos y limitado de material, es frustrante no poder capturar todas las imágenes que quisieras. Recordemos que este relato data de principios de los 90`s y la fotografía con película era la que existía en ese momento por lo que siempre se cargaba con rollos para hacer los registros y de los que yo no tenía los suficientes y esperaba que me llevaran más pero no tenía la certeza de cuándo sería. Durante varios días se repetía el mismo ritual al cual asistía puntualmente y uno de esos días, ya con la confianza que logre entablar con la comunidad, pude entrar en la casa comunal para ver cómo ocurrían las cosas ahí. Esta construcción hecha de adobe, a diferencia de las casa que eran de tablas de madera, y con techo de maderas y tejas de barro, era muy amplia con algunas ventanas alrededor y al frente la zona principal que se encuentra en alto semejando un escenario. Al entrar la procesión, los santos son colocados al frente sobre un entarimado, al frente también se colocan las autoridades tradicionales y los danzantes continúan bailando al centro del gran salón, el músico y los hombres se colocan en sillas o bancas a lo largo de las paredes y las mujeres en la parte final cercanas a la entrada de la casa. Las actividades eran muy similares a las que desarrollan en la iglesia con grandes espacios de tiempo para danzar, otros para realizar rezos y letanías dedicadas a la Virgen y algunos cantos ceremoniales asociados a estas letanías.

Al tener condiciones difíciles de iluminación, ajuste la cámara para poder tomar algunas fotos de la mejor manera posible y procedí a moverme en el interior para hacer el registro. Pasé al frente donde estaban colocados las imágenes de los santos y uno de los gobernadores tradicionales me dirigió una mirada de aprobación, pues es el que había consentido mi presencia en las celebraciones. Después de un rato y al pasar junto a dos ancianos, estos me increparon por estar ahí, pues se sentían incómodos porque estaba ahí, aún cuando ya me conocían de días anteriores,  les pregunte si deseaban que me retirara y ellos dijeron que sí, que querían que me fuera. Guardé mi equipo y salí del lugar.



A partir de ese momento las cosas no me resultaron tan bien, no obstante que seguí registrando algunos aspectos, no llegaba nadie de la ciudad con los rollos que necesitaba, mi equipo empezó a presentar problemas mecánicos con el sistema de arrastre de la película y el clima se deterioraba cada vez más. Cuando la gente estaba recogida en sus rituales, me daba vueltas por el pueblo y por el atrio de la iglesia que permanecía cerrada. Me atrajo en particular al cruz atrial que aunque sencilla, resultaba un conjunto interesante con los objetos que dejaban ahí y la ornamentación que le pusieron. Pude apreciar que aún conservaba los restos de la celebración de día de muertos y que junto con el papel de colores colocado para estas era agradable a la vista. Para el día 11 por la tarde mi equipo dejo de funcionar y por fin llegaron con los rollos y a esperar para regresarme a la ciudad por lo que acordamos regresar el mismo día 12 pues estaba imposibilitado para seguir tomando fotografías.

La mañana del regreso estaba muy nublado y me comentaron que ya había nevado por algunas partes del camino por lo que iba a ser difícil el regreso. Al estar tan incomunicados esos lugares, es sorprendente como corren las noticias de que alguien va a bajar de la sierra pues ya teníamos peticiones de maestros comunitarios y enfermeras de las clínicas rurales de llevarlos a la ciudad. La camioneta, que afortunadamente contaba con caseta que cubría la batea, se llenó de personas y salimos apenas amaneció. Pasamos por lugares casi intransitables pues o estaban con algo de aguanieve o muy enfangados por lo que era complicado maniobrar, también nos cruzamos con agentes de la policía judicial del estado que nos detuvieron y revisaron, pero como nos identificamos como trabajadores de diversas instituciones no hubo mayor problema. Ellos traían preso a un hombre que no pudimos ver pues estaba cubierto con una cobija, nos comentaron que había matado a una maestra que no le hacía caso y que estando borracho soltó un tiro hacia su casa con el funesto resultado. Continuamos el descenso durante todo el día tratando de contactar a alguien con el radio pero como era dia feriado, no encontramos a nadie. Finalmente llegamos a la ciudad empezando la noche llegando a su fin este primer viaje a la Sierra.

Este viaje me abrió los ojos a una realidad que desconocía y marco en mucho el desarrollo que he llevado. A partir de entonces el trabajo cercano a las comunidades rurales me ha gustado y me ha dado la oportunidad de conocer lugares que de otra manera jamás hubiera pensado visitar. En esa época hice otros viajes a la sierra pero fueron un poco diferentes.

No hay comentarios.: