sábado, septiembre 09, 2006

Llenándose de verde

La vida cotidiana nos ha impuesto un ritmo acelerado en el vivir y pocas veces nos damos cuenta de que perdemos el contacto con la naturaleza o simplemente con el exterior. Nos la pasamos horas y horas en una oficina, en un aula o cualquier lugar cerrado, en el subterráneo o atrapados en un trafico asfixiante rodeados siempre de un color gris. Afortunadamente en ocasiones y por motivos del trabajo puedo viajar a otras partes del país, pero lo particular del asunto es que puedo ir a localidades alejadas de los centros urbanos y por consiguiente el paisaje es de un variedad de verdes increíble. En este reciente viaje, pude llenar mis ojos de verde, a lo largo de estos días pase desde el verde obscuro de los bosques de montaña con la niebla y la lluvia cayendo en ocasiones, hasta los verdes brillantes de la vegetación tropical de las tierras costeras con el sol brillante y un calor agradable. Todo este tiempo en que estuve en un vehículo transportándome de un lugar a otro me dio la posibilidad de pensar en lo mucho que perdemos al estar inmersos en esa dinámica sofocante de la cotidianeidad, en ese lucha diaria para sobrevivir y que no damos pauta a reflexionar, a hacer un pequeño alto y escaparnos a la tranquilidad que te da el campo abierto. Regreso a este mundo gris recargado de color verde.

Música: "Oxigene 9" del Álbum Oxigene 7-13 de Jean Michel Jarre

2 comentarios:

Lunaria dijo...

Tengo la suerte de vivir cerca de un pinar y me encanta pasear por él.
El olor es intenso y el aire que se respira es puro.
Me encanta la naturaleza, prefiero el campo a la ciudad sin duda.

இலை Bohemia இலை dijo...

Solemos tener mala memoria y olvidamos pronto...La mejor forma de recordar es dando un paseo por un bosque, por el mar o la montaña...entrar de lleno en contacto con la naturaleza.
Bsos