Regreso recargado de energía, ésta última semana he recorrido kilómetros y kilómetros de verde; hora tras hora me han rodeado una gama infinita de tonalidades de verde, de cielos azules y nubes blancas; el sol ha sido generoso calentando mi piel y mi ánimo. A pesar de que estuve trabajando y las jornadas fueron agotadoras, nuevamente tuve oportunidad de estar al aíre libre, de recorrer localidades que jámas son visitadas por el turismo regular, solamente los que trabajamos para la gente llegamos a ir y conocer la belleza de estos lugares, pero también podemos conocer la realidad que los acompañan al estar tan alejados del mundo y del desarrollo.
Visitar a la gente para la cual trabajamos diariamente desde una oficina, me da la oportunidad de darme cuenta que el esfuerzo que hago es para alguien de carne y hueso, que no son simplemente cifras sobre un papel o en una base de datos.
Recorrí la parte norte del estado de Veracruz haciendo una evaluación operativa del programa para el cual trabajo, visite alrededor de 19 localidades en 7 municipios, hable con personas beneficiarias, verifique los proyectos ejecutados y la forma en que se articula el trabajo en torno a una estrategia de atención.
Lo realmente importante y que rescato de todo esto es el contacto con la gente y su entorno, la calidéz de todas estas personas que agradecen el que los visites, que los hagas sentir escuchados y sobre todo acompañados tiene un valor que no puedo cuantificar. En una localidad perdida en la sierra del Totonacapan, donde el combustible que utilizan es leña el cual tienen que recorrer grandes distancias para conseguirlo, y que acarrean mujeres y niños de todas las edades; conocí a un anciano de más de 100 años que no habla español, él estaba en la parte trasera de sus vivienda sentado, su rostro reflejaba una calma muy grande y escuchaba lo que comentábamos ahí, cunado nos despedimos le dí la mano la cual tomo con sus dos manos, llenas de surcos por una larga vida de trabajos, y apretándomela me dijo "amigos", esta simple palabra me lleno de una gran alegría y sorpresa pues fue una deferencia hacia mí , y que no lo hizo con las demás personas, yo le respondí "claro que si".
Estos momento son más gratificantes que cualquier cosa que me pueda suceder en la ciudad donde habito, me hace participe de una realidad que existe y que es ignorada, me hace sentir vivo.
Visitar a la gente para la cual trabajamos diariamente desde una oficina, me da la oportunidad de darme cuenta que el esfuerzo que hago es para alguien de carne y hueso, que no son simplemente cifras sobre un papel o en una base de datos.
Recorrí la parte norte del estado de Veracruz haciendo una evaluación operativa del programa para el cual trabajo, visite alrededor de 19 localidades en 7 municipios, hable con personas beneficiarias, verifique los proyectos ejecutados y la forma en que se articula el trabajo en torno a una estrategia de atención.
Lo realmente importante y que rescato de todo esto es el contacto con la gente y su entorno, la calidéz de todas estas personas que agradecen el que los visites, que los hagas sentir escuchados y sobre todo acompañados tiene un valor que no puedo cuantificar. En una localidad perdida en la sierra del Totonacapan, donde el combustible que utilizan es leña el cual tienen que recorrer grandes distancias para conseguirlo, y que acarrean mujeres y niños de todas las edades; conocí a un anciano de más de 100 años que no habla español, él estaba en la parte trasera de sus vivienda sentado, su rostro reflejaba una calma muy grande y escuchaba lo que comentábamos ahí, cunado nos despedimos le dí la mano la cual tomo con sus dos manos, llenas de surcos por una larga vida de trabajos, y apretándomela me dijo "amigos", esta simple palabra me lleno de una gran alegría y sorpresa pues fue una deferencia hacia mí , y que no lo hizo con las demás personas, yo le respondí "claro que si".
Estos momento son más gratificantes que cualquier cosa que me pueda suceder en la ciudad donde habito, me hace participe de una realidad que existe y que es ignorada, me hace sentir vivo.
Música: "Bleed from Within" del Álbum Welcome to the north del grupo The Music
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