sábado, febrero 03, 2007

Para el ocio

Como no he tenido tiempo de postear últimamente, retomo un par de actividades de dos blogueros amigos:

123, 5, 3...

Esta del blog de Carpe diem, consiste en lo siguiente:

-Toma el libro más cercano que tengas a la vista

-Abre el libro en la página 123

-Encuentra la quinta frase

-Postea las siguientes 3 frases en tu blog junto con estas instrucciones.

¡No te atrevas a buscar un libro “cool” o “intelectual” en la biblioteca! ¡Ya sé que pensabas en eso! La primera instrucción dice sólo que sea más cercano.

el resultdo fue el siguiente:

-Porque en ese momento me daba cuenta de que, al ver a Sibilla, yo simplemente había vuelto a dar vida a un camafeo de mi infancia.

-A lo mejor fue lo que hice cuando la encontré por primera vez: pensé en ella enseguida como objeto de amor porque objeto de amor había sido esa imagen.

-Luego, cuando volví a encontrarla tras el despertar, nos atribuí a nosotros dos una historia que era sólo la que anhelaba cuando llevaba pantalones cortos.

Del libro "La misteriosa llama de la reina Loana" de Umberto Eco.

Un pequeño ejercicio de memoria...

este viene del blog de la Prófuga y se trata de contestar a las siguientes preguntas:

1. ¿Qué estabas haciendo durante el terremoto de 1985?
Estaba manejando sobre el periférico, a esa hora iba hacia la universidad, el auto se deslizó hacia un lado y pensé que se había reventado una llanta, me detuve y pude ver como se movían los postes de luz, parecía como si bailaran un slam.
Fui uno de los tantos voluntarios y me desaparecí como unos dos o tres días, trabaje en la roma y principalmente en el edificio de residentes en el centro médico, desde ahí se veía el de gineco obstetricia y nos enterábamos en cuanto sacaban a uno de los bebes vivos. Esos días fueron muy extraños, trabajabas sin descanso y no sentías el cansancio, seguías y seguías aunque el olor a muerte te rodeara. Cuando por fin regresé a casa, en cuanto me vio mi madre suspiro de alivio, me dio de comer y me preparo el baño. Parecía un fantasma, estaba cubierto totalmente de polvo, como si me hubiesen vaciado encima un costal de harina. recuerdo que al regreso, la gente me miraba de forma muy particular, como con respeto.

2. ¿En dónde estabas cuando sucedieron los ataques del 11 de septiembre?
Estaba en mi oficina en el trabajo, el director-dueño de la empresa tenia encendido su televisor y estuvimos viendo la transmisión, vimos como se estrello el segundo avión

3. ¿Cómo te enteraste que habían asesinado a Paco Stanley?
Por la televisión, no dejaban de pasara una y otra vez la noticia.

4. ¿Cómo y cuándo supiste que habían asesinado a Colosio?
En el noticiero de la noche de ese mismo día, estaban transmitiendo la nota del atentado y anunciaron que ya había fallecido.

5. ¿En dónde y cómo recibiste el año 2000?
Como de costumbre con la familia, nada fuera de lo común. No soy muy afecto a las celebraciones de fin de año, no desbordo algarabía en esas fechas.

Bonus: ¿Qué estabas haciendo cuando te enteraste de la muerte del Papa?

esta en realidad no me acuerdo, realmente no recuerdo... mmmmmmmm, y eso que no tengo un amigo alemán.

Pues ahora no le paso la estafetsa a nadie, el que guste y tenga un poco de tiempo libre adelante.

Música: “Rain maker” del disco Charming snakes de Andy Summers

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Este puesssss, dejame verrrrr,
ummmmmm, tengo que pensarlo.

Te digo ahorita ???

M.

www.logosjuris.blogspot.com

Lunaria dijo...

Hecho. El libro: "Instinto básico", la frase que correspondía no es apta para ser posteada. je, je.

Anónimo dijo...

Gracias por pasar por mi sitio. Y, sí, definitivamente hay semanas en que no se ocurre nada para postear, ¡pero se puede visitar a los amigos!
Saludos.

asco dijo...

Según yo esto lo comenté la semana pasada, pero al ver que no aparece aqui, volveré a medio escribirlo.

Pensaba hacer el ejercicio del libro, pero tras la mención de no ir corriendo por un libro a la biblioteca pienso que será ligeramente presuntuoso que tome el libro que lleva una semana en mi escritorio, que por falta de tiempo no he podido regresar a la lectura. Es la invención de la soledad de Paul Auster.

La cuestión del terremoto del 85 me dejó un poco sensible, debió de ser una situación muy difícil.

Saludos y un abrazo.